¿Cuál es la diferencia entre preparatoria y bachillerato?

Muchos estudiantes que acaban de terminar la secundaria dudan entre ir a la preparatoria o al bachillerato. Si es su caso, a continuación le explicamos la distinción.

La preparatoria y el bachillerato son comparables pero distintos

El objetivo principal de la preparatoria, como su nombre lo indica, es preparar a los chicos para la universidad. Por ello, abarca temas científicos, técnicos y humanísticos, además de proporcionarles herramientas de investigación.

En cambio, el bachillerato da preparación laboral además de los beneficios mencionados. Así, el graduado tiene la opción de volver a estudiar, empezar a trabajar o hacer ambas cosas.

¿Cuál elegir?

A pesar de que ambos programas son excelentes, el bachillerato tiene la ventaja de incluir la capacitación para el trabajo en su programa académico. Debido a las características de las nuevas generaciones y al entorno de mercado que caracterizan esta época, esto es interesante.

Las generaciones más recientes tienen ideas similares sobre la naturaleza de la fuerza laboral. Es el caso de la Generación Z, formada por los nacidos en la década de 1990.

En un mercado cada vez más competitivo, los jóvenes de la Generación Z son considerados talentos excepcionales. Esto se debe a su afán por imponer sus métodos de trabajo únicos. Las empresas líderes están muy interesadas en esta cualidad.

La información presentada anteriormente destaca el valor de recibir formación laboral que le proporcione herramientas lo antes posible.

Si pertenece a la Generación Z, es probable que ya se haya planteado crear una empresa. Si es así, sus posibilidades de éxito aumentarán cuanto antes empiece a prepararse.

La juventud y el empleo hoy en día

El mercado actual tiende a valorar más la especialización que las profesiones. A ello se suma la situación socioeconómica de nuestro país.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía reporta que en 2018, el 59.2% de los jóvenes (de 15 años o más) estaban trabajando. Salvo por el hecho de que muchos jóvenes cobraban muy poco, esto no era un problema en sí mismo.

Las causas del sueldo bajo son múltiples: la ausencia de experiencia laboral previa y, sobre todo, la falta de formación. Otra realidad es que existen muchos empleos informales en la proporción dada.

La clave para el futuro inmediato es el bachillerato

Por tanto, en esta situación los jóvenes de bachillerato tienen la formación a su favor. En consecuencia, resulta menos esencial "esperar a que el joven aprenda" y abrirse a mejores oportunidades.

Los estudiantes que trabajan se benefician de no tener un currículum en blanco cuando se gradúan y comienzan un trabajo profesional. Y como el joven está mejor cualificado, esto se traduce en una mayor confianza en sí mismo.